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lunes, 12 de septiembre de 2011

Preparación Teórica, Periodo de Competencia y Transitorio.

Preparación Teórica.
La preparación teórica guarda estrecha vinculación con la preparación psicológica en el deporte. De hecho, tanto la preparación física como la técnica, la táctica y la teórica poseen una dimensión psicológica incuestionable, pues los procesos que regulan las acciones y todo lo concerniente al procesamiento mental de las mismas son de carácter psicológico.

Si el deportista durante su preparación física, técnica o táctica necesita de la motivación, de la movilización volitiva, del control eficiente de sus esfuerzos musculares o de una correcta representación de los movimientos en el plano ideal, en la preparación teórica se influye especialmente sobre el conocimiento racional, se brindan informaciones que permite al deportista poseer un programa de acción mas acabado y conocer las bases morfológicas, fisiológicas, biomecánicas, metodológicas y psicológicas que rigen sus esfuerzos y acciones. Por lo tanto debemos aceptar que la preparación psicológica se desarrolla a través del resto de las formas de preparación del deportista y en el caso de la preparación teórica, la misma alcanza una dimensión casi absoluta. 




Periodo de Competencia.


PRIMER PERIODO

De 3 o 4 días de duración, su objetivo es iniciar las adaptaciones biológicas a las cargas de entrenamiento. Las cargas son fundamentalmente físicas, y orientadas hacia la resistencia aeróbica, la fuerza resistencia (circuitos, autocargas, ejercicios globales) y la flexibilidad.
SEGUNDO PERIODO (4-5 semanas de entrenamiento)

Los objetivos de este período se centran en:
Conocer los objetivos, estrategias y las tácticas básicas del equipo.
Adquirir / recuperar los patrones de la motricidad específica y sus ajustes.
Adquirir el nivel adaptativo físico específico que requiere cada deporte.
Adquirir la reserva condicional para el período de competiciones.

Los medios que se utilizan son básicos y específicos, con una mayor frecuencia de los primeros sobre los segundos. Durante todo este período predomina el volumen sobre la intesidad.

TÉCNICA: las cargas motricies básicas son muy frecuentes. Se deben elabborar a partir de la lógica interna del baloncesto. Se utilizan a modo de cargas de contraste y transferencia en relación a las cargas físicas y forma parte de la mayor de los calentamientos.

CONDICIÓN FISICA: en el baloncesto, podemos observar una clara tendencia hacia las manifestaciones de la fuerza rápida:
Las manifestaciones de fuerza ocupan la mayor parte de los entrenamientos de orientación física.
En el caso de equipos de base, como cadetes, el trabajo de fuerza irá fundamentalmente dirigido hacia un desarrollo de la resistencia muscular, del trabajo de fuerza-resistencia. En el caso de equipos de categorías aún inferiores, este trabajo de realizarse con mucha precuación y no será prioritario.
La mayor parte de las cargas se orientan hacia el tren inferior, puesto que suelen soportar la mayor parte de las conductas de competición.
Las cargas de fuerza evolucionan, dentro de los márgenes propuestos, primero hacia un aumento de la magnitud de la masa a desplazar, intentando mantener unos mínimos de velocidad, para pasar después a desminuir la carga e incrementar la velocidad, aproximándose a la estructura de movimiento de la competición.
Las cargas básicas de fuerza se complementa con el trabajo de técnica, de forma que vayan adquiriendo los ajustes precisos para los movimientos de la competición.

Respecto de las cargas de resistencia, su diseño tiene las siguientes características:
Las cargas no específicas orientadas hacia la mejora de la resistencia son pocas, y los ejercicios deben estar estructurados de forma semejante a la lógica interna del baloncesto. En general, los ejercicios son de intesidad variable (medio-alta y alta), interválicos de corta duración y con pausas cortas.
Los ejercicios para la mejora de la motricidad específica, especialmente los desplazamiento y la combinación con otros elementos, son un excelente estímulo para la resistencia.
Las cargas específicas son, evidentemente, la mejor propuesta para la mejora de la resistencia específica y el retraso en la aparición de la fatiga.
La evoloución de las cargas de resistencia se produce automáticamente por el incremento de las cargas específicas en la segunda parte de este período y la desaparición de las cargas básicas.
En el caso de equipos de base con jugadores en formación, debemos prolongar aún más el desarrollo de la resistencia.




Las cargas específicas so nmenos frecuentes y de menor duración en las primeras 2-3 semanas, para pasar a una mayor frecuencia y mayor duración en las últimas 2 semanas. En esta segunda fase, las cargas específicas son de mayor volumen que las propias de la competición para estimular los mecanismos que retrasan la aparición de la fatiga específica.

En la última parte de este período, es conveniente la celebración de algún partido de competición, aún en condiciones de fatiga acumulada, que permita poner en práctica los aprendizajes adquiridos y evaluar el grado de eficacia de los mismos.


TERCER PERIODO.

Este período, de 2-3 semanas de duración, tiene como objetivos adecuar las adaptaciones individuales adquiridas a las necesidades de la competición, adquirir el nivel de juego del equipo y adquirir las inercias de carga, competición y recuperación propias de período competitivo.

Este conjunto de objetivos se consigue mediante una modificación de las magnitudes de la carga, tales como:
Disminución del volumen general del trabajo.
Disminución de las cargas básicas e incremento de las específicas.
Las cargas básicas se orientan fundamentalmente a la fuerza en las manifestaciones propias de la competición, incidiendo en el componente de la velocidad (la velocidad en la realización de las conductas de competición es una cualidad compleja y resultante de la actuación del resto de los factores de rendimiento, por lo que su mejor estímulo se produce en los entrenamientos específicos).
Se realizan varios partidos de competición para ajustar las relaciones del complejo de factores de rendimiento y su evaluación.
Periodo Transitorio.

Aquellas modalidades deportivas en las que todavía no se ha publicado el Real Decreto que establezca su Título de Técnico Deportivo quedan en PERIODO TRANSITORIO.

Existe un sistema de convalidaciones, homologaciones y equivalencias profesionales entre los diplomas o certificados de entrenadores expedidos por las federaciones deportivas correspondientes y la formación en periodo transitorio autorizada por el Consell Valencià de l’Esport, y los títulos de Técnico Deportivo y Técnico Deportivo Superior que se van implantando.

Las actividades de formación deportiva para entrenadores se estructuran en tres niveles progresivos:

Nivel I: Proporciona a los alumnos los conocimientos y la capacitación básica para iniciar a los deportistas y dirigir su participación en entrenamientos y competiciones básicas, garantizando la seguridad de los practicantes.

Nivel II: Completa los objetivos formativos previstos en el nivel anterior.

Nivel III: Forma para dirigir y coordinar a técnicos deportivos de nivel inferior y para planificar y dirigir el entrenamiento de deportistas y equipos de alta competición.


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